Un equipo de investigadores ha descubierto la desaparición de una estrella masiva (2,5 millones de veces más brillante que el Sol); esta estrella estaba situada en la galaxia enana Kinman, a 75 millones de años luz de la Tierra. La ausencia de esta estrella, fue detectada por el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo del Sur (ESO) en el desierto de Atacama en Chile, y podría revelar una nueva e insólita forma de morir para las estrellas.
Ciclo de vida de una estrella.
Las estrellas se forman en nubes de gas y polvo, conocidas como nebulosas. Las reacciones nucleares en el núcleo de las estrellas, les proporcionan energía suficiente para que estas brillen durante muchos años. La expectativa de vida de una estrella depende mucho de su tamaño. Las estrellas masivas, que son muy grandes, queman su combustible mucho más rápido que las estrellas más pequeñas y solo pueden durar unos cientos de miles de años. Por otra parte, las estrellas más pequeñas durarán varios miles de millones de años, ya que queman su combustible mucho más lentamente, un ejemplo de estas es el Sol.
Con el tiempo, el combustible de hidrógeno, que alimenta las reacciones nucleares dentro de las estrellas, comenzará a agotarse y estas entrarán en las fases finales de su ciclo de vida. Eventualmente, se expandirán, se enfriarán y cambiarán de color para convertirse en lo que llamamos gigantes rojos. De allí en adelante, su destino depende de la masa de la estrella.
Las estrellas pequeñas, como el Sol, sufrirán una muerte relativamente pacífica y hermosa, entrarán a la fase de nebulosa planetaria (la estrella expulsa sus capas externas, una vez ha acabado el combustible. Estas se expanden hacia el espacio, formando una nebulosa con forma de anillo o burbuja), para luego convertirse en una enana blanca, una vez se enfríe por completo dejará de brillar y se convertirá en una «enana negra».
Por otro lado, las estrellas masivas, experimentan un final más violento, sus restos serán esparcidos por el cosmos en una gran explosión llamada supernova. Una vez que el polvo generado por la supernova se despejé, quedará una estrella muy densa (estrella de neutrones), si la estrella es particularmente grande, puede llegar a formar un agujero negro.
¿Qué sucedió con esta estrella?
La galaxia enana Kinmann, en la cual estaba situada la estrella desaparecida, está muy lejos de nuestra Vía Láctea, lo que dificulta a los astrónomos observar las estrellas que la componen de forma individual; sin embargo, es posible detectar e individualizar sus firmas luminosas. De 2001 a 2011, la luz de esta galaxia mostró evidencias de la presencia de una estrella «variable luminosa azul». Este tipo de estrellas, se encuentra dentro de las llamadas estrellas masivas, son altamente inestables y, algunas veces, muestran cambios fuertes en sus espectros y brillo. Aún con todos estos cambios, siempre dejan huellas que pueden ser identificadas.
En las observaciones más recientes de la galaxia Kinmann, la firma luminosa de esta estrella luminosa azul desapareció. El equipo de investigadores tuvo que retomar datos antiguos (entre 2002 y 2009), recopilados por el VLT del ESO y telescopios ubicados en otros lugares del mundo. Al comparar esta información con las nuevas observaciones, se revelaron algunos datos: Todo indicaba que la estrella pudo haber estado experimentando un periodo de explosión que, muy probablemente, terminó en 2011.
¿Qué se puede inferir?
Basados en las observaciones y modelos, los astrónomos han planteado un par de teorías que podrían explicar la desaparición de la estrella: la primera es que la estrella no ha desaparecido, solo se convirtió en una estrella menos luminosa oculta parcialmente por una nube de polvo. La segunda teoría, es que la estrella haya llegado a convertirse en un agujero negro, sin haber pasado por la explosión de supernova.
Esto último sería muy raro, ya que nuestra comprensión de cómo mueren las estrellas masivas, siempre se ha basado en que estas pasan a ser una supernova antes de convertirse en un agujero negro.
Si la segunda teoría es confirmada, estaríamos ante un fenómeno nunca antes visto, en el que una estrella monstruosa muere de forma directa, sin antes ser una supernova.
Antes de confirmar cualquier teoría, los astrónomos deben hacer más estudios. El Telescopio Extremadamente Grande (ELT) de ESO, el cual se proyecta para 2025, podría dar más detalles de este gran misterio cósmico.
Referencias.
Ingeniero de petróleos, graduado de la Universidad de América. En este espacio uno mis dos pasiones, escribir y la ciencia.