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Es verdad, llevamos muchos años usando jabones antibacteriales. Los cargamos en el morral, los encontramos en restaurantes y tenemos la necesidad incontenible de hacer uso de ellos apenas llegamos a la casa o nos bajamos de un bus. Sin embargo, un comunicado de la FDA recomienda el reemplazo de estos por jabones neutros y agua. ¿Por qué?

La Agencia Americana para la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), es el ente americano equivalente al Invima para Colombia, el cual sacó para el mes de septiembre una actualización acerca de evitar el uso de jabones antibacteriales. La noticia por supuesto genera controversia y todo tipo de opiniones encontradas, sin embargo, la recomendación tiene un trasfondo científico que se explicará en las líneas siguientes.
Desde que tengo memoria, nos han bombardeado con todo tipo de publicidad a favor del uso de productos con propiedades antibacteriales, nos vendieron la idea de que todo eso que no podemos ver a simple vista nos va a generar alguna enfermedad. Crecimos con el miedo a vivir en medio de esos seres microscópicos que en algún momento pueden tomar nuestro cuerpo por sorpresa y enviarnos a dar un paseo por la sala de urgencias más cercana. Nos convencieron de que el uso de jabones antibacteriales nos librará “hasta de un 99.9% de bacterias”. Se trató de un trabajo publicitario que convenció a propios y extraños en la materia.

jabon

Usar jabones antibacteriales se convirtió en una práctica bastante común alrededor del mundo

Pero, ¿qué dijo exactamente la FDA sobre el uso de este tipo de productos? El comunicado de este mes argumenta que “los fabricantes no han probado que esos aditivos (triclosán, triclocarbán, entre otros) son seguros para el uso diario por un largo periodo de tiempo. Tampoco han demostrado que estos ingredientes son más efectivos que el jabón común y el agua en la prevención de enfermedades y la transmisión de ciertas infecciones”. Cabe resaltar que este documento sólo aplica para jabones antibacteriales y de uso corporal que son usados con agua, no para desinfectantes o toallas de manos que se usan en centros de salud.

Por su parte, el triclosán, una de las sustancias que tiene la FDA entre ojos, está inmersa en muchos objetos de nuestro alrededor: instrumentos de cocina, joyería, y juguetes, por ejemplo, con el fin de disminuir contaminación microbiana. Sabiendo esto, las investigaciones actuales se han encaminado a descubrir qué efectos negativos sobre las personas expuestas se pueden desencadenar tras una exposición prolongada al químico, encontrándose que en modelos animales desencadena un malfuncionamiento a nivel hormonal. Es así como la FDA, siendo un ente regulador y promotor de políticas de prevención, prefiere desautorizar el uso en Estados Unidos de estos productos por dos razones. 1. No han demostrado un efecto protector mayor al que proveen el jabón neutro y el agua y 2. Los efectos sobre la salud del ser humano no han sido suficientemente estudiados.

¿Y qué pasará en Colombia? Según El Espectador, el Invima anunció que “teniendo en cuenta la alerta de la FDA, el Invima realizará la respectiva consulta a los países miembros de la Comunidad Andina y a su Secretaría General, para revisar conjuntamente el análisis de los antecedentes y estudios de soporte que llevaron a generar la alerta de la FDA en Estados Unidos y emitir a su vez un pronunciamiento formal al respecto”. Se espera entonces que se tome la misma decisión, ya que los ingredientes permitidos en Colombia son los mismos de la FDA.
Es así como grandes multinacionales tendrán que replantear sus fórmulas para evitar salir del mercado. Mientras tanto, estamos invitados a leer las etiquetas e informarnos sobre estudios que aprueben o no el uso de determinado producto.

Fuentes consultadas:

 

Este artículo fue publicado inicialmente en la Revista Toma Lo Tuyo.

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