En temas de nutrición concordamos quienes estudiamos esta bella ciencia que mucha gente se muestra con autoridad para hablar de temas relacionados con la alimentación, así su formación profesional no les permita consolidarse como expertos en el tema. Y esto resulta siendo un problema que va más allá del hecho de que otros nos quiten a los nutricionistas la vocería y se convierte en algo nocivo, que puede derivar en que las personas se lleven una idea equivocada y la apliquen en su quehacer diario.
Este mundo actual de redes sociales trajo consigo la consolidación de llamados “influencers” o personas que han atrapado miles de seguidores que son amantes de sus publicaciones. Es la oportunidad perfecta para que estas personas puedan vender un producto, hacer publicidad o informar sobre algún tema en específico. En este último caso, los temas de nutrición no son ajenos a estas personas, ya que en muchos casos las publicaciones relacionadas con alimentación en perfiles que no son de profesionales de la salud son el pan de cada día. Y con esto, también es común que los seguidores crean a ciegas en la información que están recibiendo de las cuentas que siguen.
Para dar un ejemplo, resulta que hace varios meses he visto cómo se vuelve viral una imagen que está alejada de la realidad y que desinforma a las personas. Aunque respeto desde el ámbito profesional y personal a las personas que deciden cambiar su estilo de vida a uno vegetariano/vegano, en algunos casos considero que hay publicaciones que buscan ganar adeptos a estos estilos de vida con información sin fundamento científico. La imagen en cuestión es la siguiente:
En realidad es una imagen cuyo tema principal es común en los debates entre vegetarianos y personas que siguen dietas omnívoras. Se trata de buscar convencer al otro de los beneficios de X o Y alimento y esta imagen no es la excepción, ya que busca que la gente se cambie de una bebida de consumo diario a otra, pero absolutamente todo lo expresado en la infografía es mentira. Vamos por partes.
Es importante aclarar que por leche entendemos que es la secreción proveniente de las mamas de mamíferos hembras y que se caracteriza por ser de alto valor nutricional. Es decir que al líquido que venden como leche de almendras, en realidad lo podríamos llamar bebida a base de almendras. Otro truco de marketing.
Hablemos de entrada de las cualidades provenientes de una bebida a base de almendras: tenemos reportes que nos sustentan su consumo y se relacionan con su contenido de vitaminas como el alfa-tocoferol (vitamina E), la cual actúa positivamente como antioxidante, es decir que su acción se basa en evitar que ciertas sustancias desfavorables para nuestro cuerpo, generen efectos negativos en nosotros a mediano y largo plazo. Las almendras, además, contienen cerca del 25% de proteína en forma de amandina y también se le atribuyen sustancias prebióticas que actúan favoreciendo el crecimiento de bacterias “buenas” para nuestro intestino.
Con respecto al calcio y al hierro es importante también aclarar que nuestro cuerpo absorbe los nutrientes en mayor o menor medida, dependiendo del modo en que se encuentren estas sustancias en los alimentos. Se ha demostrado con estudios que la forma en que encontramos el calcio y el hierro en alimentos de origen animal (como la leche de vaca), están más disponibles para ser absorbidos por nuestro cuerpo que cuando los consumimos provenientes de una fuente de origen vegetal (como las almendras). Si bien es posible que las almendras posean en mayor cantidad este tipo de nutrientes, nuestro cuerpo los absorbe en menor cantidad, en comparación con los provenientes de leche de vaca. En nutrición a esto le llamamos alimento de alta “biodisponibilidad”, término que nos habla de la proporción del nutriente ingerido que es absorbido y utilizado para llevar a cabo los diferentes procesos que realizan el organismo. Según las Instituciones Nacionales de Salud Estadounidenses (NIH), la biodisponibilidad de hierro, por ejemplo, está entre el 14 – 18% para fuentes de origen animal y entre el 5 – 12% para fuentes de origen vegetal.
Sobre el colesterol, es necesario decir que si bien un alto consumo de este nutriente se asocia a largo plazo con enfermedades cardiovasculares, necesitamos del colesterol para las membranas celulares de todas y cada una de las células que tenemos en nuestro cuerpo, además, para producir hormonas como las sexuales. Es decir, que en este caso aplica la popular frase que dice que “todo en exceso es malo”. Otro mito desmentido.
A esto añadiremos un nutriente que la imagen omite, y es la proteína, la cual nuestro cuerpo utiliza para generar tejidos, fabricar sustancias como enzimas (proteínas capaces de participar en reacciones que permiten transformar moléculas grandes en pequeñas) y para innumerables procesos adicionales. La proteína de leche tiene todos los aminoácidos (unidades que conforman una proteína) y que nuestro cuerpo necesita. ¿Cuánta proteína tiene cada una de las bebidas?, pues bien, una taza, equivalente a 240 mL de cada una de las bebidas provee un aporte de 8 gramos de proteína de alto valor biológico de leche de vaca versus 1 gramo para la misma porción de bebida de almendras, según lo reportado en las etiquetas de los productos de marcas mayormente consumidas.
También es de vital importancia mencionar que el argumento de los antibióticos carece de justificación, ya que desde hace unos años se han venido implementando controles estrictos por parte de organismos que constituyen autoridades sanitarias. Por ejemplo, la FDA (Food and Drug Administration) en Estados Unidos tiene estándares según los cuales todas las leches deben ser testeadas para antibióticos B-lactámicos. Si hablamos del contexto colombiano, la Universidad Nacional realizó un estudio en el que encontró niveles mínimos en las leches que se venden en el territorio nacional.
Finalmente, me fui a la fuente que el autor de la imagen cita al final y descubrí que sólo soporta el hecho relacionado con el uso del agua para la producción de ambas bebidas, pero no justifica científicamente los puntos anteriormente discutidos, que constituyen los de mayor relevancia.
Sé que se estarán preguntando si es posible reemplazar la leche con una bebida vegetal, ya sea por temas morales o por complicaciones médicas como alergias a la proteína de la leche. Pues sí, la bebida a base de soya es una alternativa viable, ya que tiene un perfil nutricional más valioso, con un aporte de 7 gramos de proteína por taza de 240 mL, sin embargo hay que recordar el tema de la biodisponibilidad relacionado con el origen de la bebida (vegetal).
Dejo una duda al aire, vayan al supermercado y comparen precios entre las bebidas lácteas y vegetales disponibles, contrástenlo con la información que les doy y formen su propio criterio. ¿Vale la pena una cosa o la otra? Déjenme saber en los comentarios de esta nota.
Las Fake News lamentablemente llegaron para quedarse y no sólo son capaces de arruinar la reputación de reconocidas figuras, sino que también pueden desinformar en temas de salud con el fin de promover algún interés. En estos casos, la única autoridad en temas de nutrición, es una persona que tiene un título profesional en el campo o se encuentre en proceso de obtención de uno. Con esto tampoco pretendo unfluenciar su decisión de compra en el supermercado, simplemente le expongo la evidencia y busco que con eso usted mismo sea capaz de discernir entre un producto y otro, pidiéndole que no crea en todo lo que lee en el Instagram de su entrenador del Gym o le cuentan en una reunión familiar.
Fuentes consultadas:
- Gibson., R (2007). The Role of Diet- and Host-Related Factors in Nutrient Bioavailability and Thus in Nutrient-Based Dietary Requirement Estimates. Food and Nutrition Bulletin. 28:1, pp 77-100.
- Singhal S., Baker R., baker S (2017). A Comparison of the Nutritional Value of Cow’s Milk and Nondairy Beverages. Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition. 64(5):799–805.
- Sethi S., Tyagi S., Anurag R (2016). Plant-based milk alternatives an emerging segment of functional beverages: a review. Journal of Science and Technology. 53(9) 3408-3423.
Nutricionista Dietista y Microbiólogo de la PUJ. Junté grandes profesionales para hacer de este Portal, el medio más representativo del país en cuanto a educación en ciencia se refiere.