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Un estudio reciente publicado en el American Journal of Clinical and Experimental Medicine, sugiere que la terapia Nutricional a base de fitoquímicos (sustancias contenidas en las plantas), puede ser benéfica en la prevención y control del virus del Ébola en países de África. Teniendo en cuenta que en la actualidad no hay una terapia adecuada para el tratamiento de la enfermedad, ¿será esta una buena alternativa?

El virus del Ébola produce una fiebre hemorrágica severa. Su fatalidad es tan alta (90%), que en muchos casos algunas familias del virus han sido catalogadas como potenciales armas de bioterrorismo (basta con recordar los casos de Ántrax a principios de siglo para entender un poco más la magnitud de la enfermedad). Todos los fluidos corporales son potenciales infecciosos, es por eso que el personal encargado de atender los casos, requieren de una vestimenta especial para el manejo de este tipo de pacientes que representan un alto riesgo epidemiológico (Gatherer. 2014).

El equipo liderado por Kenneth Yongabi puso a prueba una serie de compuestos obtenidos a partir de extractos de plantas y champiñones. Ganoderma lucidum y Cordyceps sinensis, propios de Camerún, son hongos apreciados por su capacidad entomopatógena (es decir que son capaces de atacar poblaciones de insectos). Por su parte, el galato de Epigalocatequina contenido en el té verde podría ser efectivo también en tratamientos terapéuticos.

Hojas de té verde (Camellia sinensis)

En cuanto al potencial farmacológico de los hongos en cuestión, se encuentra que el mayor constituyente de su extracto consta de azúcares de 5 y 6 carbonos unidos por medio de enlaces α y β-glicosídicos. Estos carbohidratos tienen acción farmacológica al ser capaces de unirse a receptores de células dendríticas, macrófagos, células natural killer, neutrófilos y linfocitos; iniciando una cascada de eventos que pueden terminar en la expresión de una respuesta inmune a nivel celular que resulte en la eliminación de agentes microbianos infecciosos.

Pero, ¿exactamente qué sustancia hace a estos hongos especiales? Se trata de la cordicepina, una sustancia extremadamente tóxica para virus, bacterias y células cancerígenas, pero no para células humanas normales. C. cordyceps también produce otros compuestos farmacológicamente activos como péptidos, esteroides, vitaminas, minerales esenciales, aminoácidos y ácidos graso que juegan papeles fisiológicos en el cuerpo. Considerando los efectos farmacológicos del té verde (Camellia sinensis), se encuentra que también posee actividad antibacteriana, antiviral, antioxidante, anti-inflamatoria y anticancerígena.

Evaluando los múltiples mecanismos de acción de los compuestos bioactivos en los hongos, sumado al efecto biológico y farmacológico del galato de Epigalocatequina del té verde, se ha podido establecer que los ingredientes activos del hongo pueden actuar sinérgicamente con los de la planta para limitar el crecimiento del virus del Ébola quizás si se administra antes de la infección viral y podrían también servir como agentes profilácticos en el tratamiento, mejorando la expresión de la Interleucina 12 (IL-12) y del Interferón-γ (IFN-γ), así como la actividad fagocítica de los macrófagos.

Se necesita entonces explorar mucho más allá de posibles plantas y hongos terapéuticos, ya que se hace necesario encontrar un tratamiento para un virus letal que ha cobrado la vida de más de 7000 personas en el continente africano.

 

Fuentes consultadas:

  • Gatherer, D. (2014) The 2014 Ebola virus disease outbreak in West Africa. Journal of General Virology 95:1619-1624.
  • Yongabi, K., Garba, M., Titu, F., Yvette, T. (2015) Potentials of nutritional therapy, phytopharmaceuticals and phytomedicine in the prevention and control of Ebola virus in Africa. American Journal of Clinical and Experimental Medicine 3(1-1):1-6.
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